Al pueblo que me dio la vida
Al pueblo que me dio la vida solo puedo recetarle
coplas de agradecimiento.
Letrillas de amor y cariño, pues mi alma, que es de niño,
sigue loca por sus vientos.
Pero sé que padece, sin querer,viviendo del recuerdo del que fue.
De aquellas grande fiestas que tenía
donde todo era alegría y que ahora no se ven,
porque sólo forman parte del ayer. Del ayer…
Y me acuerdo de las que hizo el instituto,
recaudando “pa” un viaje adolescente,
de las ferias y una pista abarrotada
en la que nunca faltaba el buen ambiente.
De esos fuegos esperando al torillo,
de “santicos” llenos de farolillos.
Y de aquellas romerías de carrozas y de olivos.
que embrujaban y que ahora han decaído.
Porque los que criticamos nuestras fiestas añorando lo que eran.
Cuando las tenemos cerca
cogemos el coche y nos marchamos fuera.
Con una mirada perdía
Con una mirada perdía y una lágrima escondía
Con una mirada perdía y una lágrima escondía
“agarrao” a una maleta, se despide de su familia,
sus amigos y una vidaque le arranca de su tierra.
Apenas veinte años nada mas,y con una carrera “terminá”,
se marcha porque le persigue el paro,
y anda desilusionado, porque esperaba lograr
en su tierra y con su gente trabajar. ¿Dónde está?...
Donde está ese futuro que anhelaba
donde están esas promesas de trabajo
que hemos hecho p’a que tanta gente joven
abandonen nuestra tierra cabizbajos.
Ponen rumbo a otros lugares
y es posible que aquí ya nunca acaben.
En España los criamos, en España los formamos
y en España, como no, los educamos.
Y de España se están yendo p’a Alemaniaa dejarse allí el pellejo
Mientras que desde Alemania
nos están cambiando jóvenes por viejos.
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