No veas tu que prestigio te da ser doctor,
te añade categoría, porte y posición.
Todo el mundo te saluda y tú, como tonto,
les dices adiós por encima del hombro.
Por las mañanas con los vejestorios, paso consulta en el ambulatorio.
a mogollón los veo del tirón.
Los voy pasando a toda pastilla, hago recetas como las rosquillas.
Los pobres van y ni les dejo hablar.
Pase el siguiente (bis) Eh, Eh, Shh, Shh, silencio por favor.
Pase el siguiente (bis) Eh, Shh, Shh, me voy que son las dos.
Y en mi casa, ya después, la consulta abriré;
y sin prisa, te veré, pero luego, tú déjate caer.
Te abro la puerta, te quito el abrigo, nada de Don, que yo soy un amigo.
Relájate. Y no me hables de usted.
Unas galletas con un cafelito, p’a que te calmes te doy dos besicos.
y sin estrés, tranquilo cuénteme,que yo con cariño te ofreceré,
La medicina que vale,
para quitar el miedo de salir en carnavales
rozando como siempre el disparate,
la que consiga hacerte sonreír a ti.
Una terapia de sueños,
de un mundo imaginario que te vuelva a hacer pequeño
miradas que detrás de una careta,
te quieren simplemente hacer feliz a ti. (Bis)
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